La inteligencia artificial también se introducirá en el aula porque ninguna tecnología es obsoleta.
Si bien los educadores están tratando de desarrollar métodos de enseñanza que puedan incorporar nuevas tecnologías y capturar la imaginación de los estudiantes más motivados, la tecnología avanza a un ritmo que hace que los nuevos métodos queden obsoletos antes de que suceda. El 30 de noviembre, Open AI, fundada en 2015, presentó al mundo su Chat GPT, un sistema de inteligencia artificial basado en modelos de lenguaje neuronal que puede escribir automáticamente y en segundos un informe completo, traducir versos, construir un soneto, escribir una noticia o inventar historias.
Este nuevo dispositivo ha generado grandes expectativas. Llegó a más de un millón de usuarios en cinco días y es el mayor lanzamiento tecnológico del año. Los beneficios que ofrece representan un gran salto adelante para los motores de búsqueda en ese momento. El rápido acceso a cualquier información colgada en Internet ha permitido dar un gran salto en todas las actividades relacionadas con la información. ChatGPT va más allá. No se limita a proporcionar, como Google, una lista de sitios web de acceso y datos, que deben ser analizados, organizados, integrados e interpretados. La herramienta en sí hace el trabajo.
Si tenemos una calculadora, ¿por qué debemos aprender a dividir o dedicar tiempo a la lectura? Con ChatGPT, surgirá el mismo viejo problema, pero se puede aprender algo. Hasta ahora, el papel de los profesores ha sido enseñar a los alumnos a buscar en Internet. Distinguir fuentes confiables de fuentes no confiables. Habilidad para interpretar datos y usarlos de manera efectiva y eficiente.
Ahora cualquier profesor puede ver si el trabajo de un alumno es fácil de cortar y pegar. Basta con hacer una búsqueda en Google para ver el engaño. Con ChatGPT es imposible ver de dónde viene la información. Porque todo lo que haces es trabajo original hecho por necesidad. Y puede usar el idioma de manera más precisa, rápida y eficiente que la mayoría de los estudiantes. Y con el tiempo, podrás hacerlo de forma más creativa.
Todo esto facilita la adquisición de conocimientos, pero dificulta la enseñanza y el aprendizaje. Finalmente, la inteligencia artificial también se llevará a las aulas porque no hay tecnología que no se esté utilizando ya. Pero habrá que saber cómo afrontarlo, y quizás al final del camino, todas estas cosas nuevas nos devuelvan a la comunicación oral. Esta será la única forma de verificar.